Pizza casera 100% integral

Ponemos en un bol la harina (esta cantidad es para una pizza tamaño tarradellas más o menos), el aceite (20gr) y la sal (10gr).

En un cuarto de vaso (25 ml más o menos) ponemos agua templada y diluimos la levadura de panadería

Una vez diluida, mezclamos con los ingredientes del bol y amasamos con las manos hasta formar una bola húmeda pero firme (que no se pegue en el bol pero que no parezca seca) si hace falta corregimos de poco a poco de harina o agua (templada igual)

Ponemos unas gotas de aceite en la base del bol, ponemos nuestra bola y tapamos con un trapo. Y dejamos reposar la masa unas 2 horas (yo la suelo hacer a media tarde y así ya la tengo lista para la cena)

Pasado este tiempo, encendemos el horno a 250 grados sin ventilador. Ponemos papel de horno estiradito en la encimera y encima nuestra bola de masa. Vamos aplanando con los dedos del centro hacia fuera dejando los bordes. Siempre del centro hacia fuera hasta conseguir el tamaño y grosor que quieras (los bordes crecen, así que no te pases de gordos o te quedarán mazacote total)

Una vez acabado este paso, dejamos reposar la masa mientras preparamos el resto de ingredientes. Algo que descubrí es que con el tomate doble concentrado la masa no queda húmeda (siempre me pasaba con la salsa de tomate)

Apartamos medio bote (más o menos) de tomate concentrado (referencia el pequeño del mercadona), añadimos 3gr de sal, el resto del aceite y orégano. Mezclamos y extendemos por la masa.

Ponemos toppings al gusto, en mi caso champiñones, jamón york y cebolla. Escurrimos la mozzarella y la partimos con los dedos en trozos pequeños (queda mejor que a cuchillo) y repartimos por la pizza.

Metemos al horno unos 15/20 minutos a máxima potencia en el centro pero abajo (no abajo del todo del horno) y si puede ser en rejilla mejor, y vamos mirando. Cuando el queso esté tostadito a nuestro gusto, retiramos y a comer!