Pizza sin lactosa, con harina de espelta integral carbonara

Mezclamos en un bol: 200 gramos de harina de espelta integral, 3 gramos de levadura para pan y una pizca de sal.

Hacemos un hueco en el medio de todos los ingredientes secos y añadimos una 3/4 de taza de agua a temperatura ambiente con un chorro de AOVE. Incorporar poco a poco. A veces es difícil calcular el agua, así que tenéis que ir viendo como va la masa.

Si os pasáis con el agua, echad más harina y un poquito más de levadura. Y si está muy seca, echad más agua. Os tiene que quedar una masa con este aspecto.

En mi caso, dividí la masa a la mitad más o menos, para no hacer tanta cantidad. El resto lo podéis congelar o aprovecharlo y hacer panecitos. Si queréis una masa más gordita no hace falta dividir. Pero tenéis que calcular que tardará un poquito más en hacerse en el horno.

Con un rodillo estiramos la masa y le damos forma. Podéis hacer los bordes más altos para que luego en el horno, no se os escape el relleno (como me pasó a mi)

Pincelamos la masa con tomate triturado.

En un bol mezclamos 3/4 de brick de nata sin lactosa con queso sin lactosa al gusto (yo eche bastante cantidad). Y colocamos la mezcla encima del tomate. Ponemos encima champiñones, cebolla morada, orégano y sal.

Importante: Meter en el horno con calor solo por abajo, así se hace la masa y no se queman los ingredientes de arriba. A 170-180°C durante 20 minutos. Cada horno es distinto, fijaros que la masa este crujiente, el queso fundido y los champiñones no estén crudos. Y a disfrutar 🍕