Panecillos integrales semidulces de leche y cúrcuma

Mezclamos los ingredientes secos. (No te pases con la sal, ponle la cantidad de cucharadita de café y quizá una pizca mas, y será más que suficiente. A mi no me gusta el pan salado y he añadido esa cantidad para el doble de masa).

Trituramos los dátiles con un chorrito de agua hasta tener una pasta suave (yo he utilizado una cucharada y media de crema de dátil que tenía ya hecha). Disolvemos la levadura fresca en la leche. Añadimos todos los ingredientes húmedos a la mezcla seca. Removemos con una cuchara, y si vemos que la mezcla se queda muy húmeda, añadimos más harina, si está muy seca, añadimos un poco más de leche, aceite y crema de dátil. Cuando no podamos remover más y notemos que está casi lista, nos untamos las manos en harina o AOVE y amasamos dentro del recipiente un poquito (no mucho). Se nos tiene que quedar una masa lisa, blandita y un poco pegajosa. Cuando la tengamos, ponemos harina en el recipiente, boleamos la masa, tapamos con un trapo y la dejamos reposar 1 h.-1,5 h.

Después del primer levado, la masa habrá tenido que doblar su tamaño. Cogemos masa y hacemos bolitas del tamaño de la Palma de nuestra mano, y las iremos poniendo sobre papel vegetal.

Cuando tengamos las bolitas, las tapamos de nuevo con el trapo y las dejamos levar otra hora más.

Tras este segundo levado, untamos un poco de mantequilla sin sal por encima de los bollos (que habrán doblado su tamaño) y los metemos en el horno por arriba y por abajo, previamente precalentado, durante unos 15 minutos. Contrólalos que no se quemen y que no salgan crudos!!

Combinan de maravilla con TODO.