Sirope de fresa (1kcal / cucharadita)

Primero, cortamos las fresas.

Después, las ponemos en una sartén junto al endulzante, el aroma de vainilla, la sal y el agua y removemos a fuego medio.

Mientras, removemos la maizena con un poquito de agua hasta que esté espesa y reservamos.

Removemos un poquito la mezcla en la sartén, introducimos la maizena y removemos hasta que esté un poco espeso (no os preocupéis, las fresas siguen ahí, no se han derretido por arte de magia).

Ponemos la mezcla en un vaso sin apagar el fuego ni quitar la sartén y trituramos todo. Después, devolvemos la mezcla a la sartén y removemos durante un minutito.

Ahora sí, ponemos la mezcla en un bol y... ¡Listo! Ya tienes tu sirope. Mételo en la nevera mínimo unos 20 minutos para que se enfríe y se termine de hacer, aunque si te lo quieres comer calentito puedes así, pero estará menos espeso. ¡Pruébalo! No tiene la mejor pinta del mundo pero está de muerte.