Pan casero

Mezclar el agua y la levadura en un cuenco hasta que se disuelva la levadura. Nota: mejor usar un cuenco de acero inoxidable ya que para después la masa se pegará menos.

Juntar la harina y la sal con la mezcla de agua y levadura y mezclar todo bien con una cuchara o paleta de madera.

Cuando cueste trabajar con la paleta, pasamos la masa a la madera o mármol de nuestra cocina y vamos amasando con las manos durante unos 7 minutos. Nota: poner un poco de harina a la superficie para que no se pegue. También ayuda ponerse harina en las manos o un poco de aceite de oliva.

Devolvemos la masa al cuenco y lo tapamos con film y un trapo para que no pase la luz. Lo dejamos así a temperatura ambiente 2 horas para que vaya actuando la levadura.

Tras las dos horas veremos que el tamaño de nuestra masa ha crecido en torno al doble. La sacamos del cuenco y amasamos como hicimos antes, esta vez le damos la forma que queramos y hacemos unos cortes con decisión en cruz o a tu gusto con un cuchillo de sierra para que entre bien el calor en el pan.

Precalentar el horno a 250 grados con calor solo en la parte baja durante 5 minutos y meter una bandeja abajo con agua para que la evaporación permita luego tener una miga más esponjosa.

Metemos el pan en el horno sobre papel vegetal en la parte baja, justo encima de la bandeja con agua y seguimos poniendo calor abajo y 250 grados, ahora otros 10 minutos. Después bajaremos a 210 grados durante 40 minutos y finalmente 10 minutos con calor solo por arriba para que se dore el pan.

Sacamos el pan del horno y esperamos a que se enfríe para realizar el corte y disfrutarlo.