Tallarines de calabacín con salsa de alcarchofa y salmón

Precalentamos el horno a 180 grados. Aprovechamos para limpiar y convertir los calabacines en tallarines con la ayuda de la spirelli (si no disponéis de spirelli se puede hacer con un cuchillo o con un rallador o comprarlos hechos)

Horneamos el salmón con un poco de pimienta negra y jengibre rallado a 140 grados durante 20'. Me gusta que el salmón se vaya haciendo poco a poco.

Mientras tanto sofreímos media cebolla picada con un poco de aceite y cuando esté dorada, añadimos los spirelli un par de minutos. Recomiendo sofreirlos solo un poco para que no se reblanezcan mucho y mantengan una textura crujiente.

Trituramos los corazones de alcachofa con un poco de pimienta, aceite de oliva, un chorrito de zumo de limón, sal y orégano. En este caso yo he usado un paté de alcarchofa ya hecho de La Horta de Santa Clara (disponible en Veritas).

Mezclamos la salsa de alcarchofa con los tallarines.

Cuando el salmón esté cocido, cortamos a dados y lo añadimos al resto. Añadimos una pizca de semillas de sésamo y jengibre rallado para decorar et voilà ¡Buen provecho! :)