Vasito de yogur helado con nectarina y crujiente de avellana

El paso previo es congelar el yogur durante un par de horas, para que empiece a cristalizar, pero no se endurezca del todo. Yo había echado unas cuantas cucharadas en un tupper con tapa, y solo he usado parte, por eso he dejado la cantidad indicativa de un vasito normal de yogur (125 g). Es mejor si no llega a congelarse del todo, pero aun así se puede conseguir la textura "frozen" sacándolo un poco antes del congelador y/o trabajando un poco más con la picadora (ha sido mi caso, se me olvidó desde el día anterior! 🤦🏻‍♀️)

Para la base: - trituramos con la picadora las avellanas. Ponemos parte de ellas en el fondo del vasito en el que vamos a tomar el postre, formando una capa que compactaremos bien con los dedos. Si os gusta el dulce, podéis usar un poco de pasta de dátiles (al gusto) para mezclar con el polvo de avellanas. Yo no la he echado en falta. El resto de las avellanas lo reservamos para decorar

Para la capa de fruta: - lavamos y pelamos la nectarina y con la picadora trituramos unas 3/4 partes. El cuarto que queda, lo cortamos en cubitos, para decorar

Para el yogur: - según lo congelado que esté, lo trabajamos con cuchara o con la picadora. Quedará bien si conseguimos una textura cremosa pero con cristalitos, como un granizado fluido. No recomiendo añadir leche, para no correr el riesgo de que se diluya demasiado

Montaje del vasito por capas: - encima de la base de avellanas ponemos la purea de nectarina; encima añadimos el yogur; después añadimos los cubitos de nectarina; y por último, decoramos con las avellanas picadas y una cucharadita de cacao puro