Verdinas con gambones

Lo primero es poner a remojo la noche anterior las verdinas. Es típica alubia verde de Asturias.

A la mañana siguiente, retiramos el agua de las verdinas. En la olla a presión, echamos el caldo de pollo, la zanahoria, el diente de ajo entero, el trozo pimiento verde, el trozo cebolla, el trozo de puerro, la hoja de laurel y las verdinas.

Una vez echo el paso anterior, removemos bien para que se vuelva homogéneo.

Abrimos los gambones por la mitad (manías, esto es si queréis), echamos un poco sal y con un poco AOVE, doramos ambas caras.

Lo incorporamos a la olla y dejamos que se vayan haciendo ellos solos (se evita que se queden secos).

Lo mejor es comerlo

Cuando estén cociéndose, retirar la espumilla que sueltan y cuando se retire, echar un vaso de agua fría (para asustarlas, para que la piel no se desprenda).

Una vez echado el vaso de agua, tapamos y esperamos a que suba la válvula y la mantenemos alrededor de 20' (dependerá vuestra olla a presión).

Mientras tanto, pelamos los gambones y reservamos las cabezas y el esqueleto (yo retiro las patas y la cola).

En una sartén, añadimos un poco de AOVE y sofreímos las cabezas y el esqueleto. Una vez dorados, espachurramos las cabezas para que suelten todos los jugos y reservamos.

Cuando se pueda abrir la olla a presión, cogeremos un poco del caldo y lo añadiremos a las cáscaras de los gambones y lo dejaremos un rato para que se vayan integrando los sabores.

En un vaso para triturar, incorporamos el trozo pimiento, el trozo cebolla, el trozo puerro, la zanahoria y un poco caldo (yo el ajo lo tiro, pero le podéis incorporar) y lo trituramos.

Incorporamos las verduras trituradas a la olla a presión y añadimos el pimentón de la Vera.

Con un colador, vamos colando los esqueletos de las gambas y aplastamos bien contra el colador para sacar la mayor cantidad de caldo con sabor a los gambones.