Tortilla de patata con cebolla muy jugosa

Pelamos las patatas (4 de tamaño mediano o 3 si son grandes) y las cortamos en láminas de maximo 0,5 cm de grosor (para que se hagan mejor). Cortamos la cebolla en tiras.

Calentamos en una sartén grande el AOVE (hay que echar bastante para que cubra las patatas que vamos a freír) a fuego medio y cuando esté caliente echamos las patatas y la cebolla. No debe estar muy alto el fuego para que no se nos quemen. Vamos removiendo bien de vez en cuando para que no se nos peguen a la sartén ni se nos hagan unas más que otras.

Cuando esté todo pochadito (las patatas tienen que estar blanditas y casi deshacerse) sacamos todo con una paleta y lo ponemos en una bandeja con papel de cocina para que se absorba el aceite restante. Echamos una cucharadita de sal, las removemos y las dejamos reposar.

Mientras se enfrían un poco las patatas y la cebolla, batimos en un bol grande los 5 huevos con otra cucharadita de sal.

Una vez estén templadas las patatas y la cebolla, las añadimos al huevo batido y mezclamos bien. Dejamos reposar unos 15 minutos. Esto es muy importante para que quede jugosa, ya que la patata absorberá el huevo.

Calentamos una sartén mediana (de tamaño de tortilla jajaja) con un chorrito de AOVE a fuego medio/alto.

Cuando esté caliente, echamos la mezcla y dejamos que se haga durante unos 3-5 minutos, suficiente para que se haga la parte en contacto con la sartén, pero no el resto. Vamos despegando los bordecitos, empezando a dar forma a la tortilla.

Pasado este tiempo, damos la vuelta a la tortilla poniendo un plato (paso crítico) y repetimos el paso anterior, cerrando los bordecitos dando la forma final a la tortilla.

Una vez han pasado los 3-5 minutos, pasamos la tortilla a un plato y estará lista para comer!