Pizza casera con masa de garbanzos

Lo primero es preparar la masa, se puede hacer con harina de garbanzos o con garbanzos secos, en este caso se trituran en un robot de cocina tipo thermomix y el resultado es el mismo.

Mezclamos la harina de garbanzo con la sal, pimienta, orégano y ajo en polvo. Seguidamente añadimos un vaso y medio de agua y removemos con un tenedor hasta que quede la mezcla homogénea (te puedes ayudar de una batidora de mano si quieres). No pasa nada si la mezcla te queda un poco líquida, te resultará más fácil extenderla luego.

Precalentamos el horno a 180°, preparamos una bandeja con papel vegetal y lo untamos con un poquito de AOVE para que la masa no se pegue. Añadimos directamente la masa que hemos preparado y la extendemos con ayuda de una cuchara (si se os pega a la masa mojarla con agua, es un truquito). Una vez extendida, al horno.

Mientras se hace la masa preparamos los toppings, nosotros solemos hacer media de verduras y la otra media de lo que tengamos por la nevera (esta vez de pavo, bacon, un poquito de chorizo picante y cebolla)

Picamos los pimientos y una cebolla en juliana y la salteamos, sal y pimienta al gusto, cuando ya esté medio hecha añadimos los champiñones.

Paralelamente en otra sartén salteamos la otra cebolla, luego añadimos el pavo, bacon y chorizo hasta que se haga todo.

La masa está hecha cuando se quede dura y los bordes se doren. Entonces la sacamos, ponemos una capa de tomate frito por encima y el queso parmesano.

Añadimos los toppings preparados previamente y añadimos la mozzarella por encima.

¡Gratinar y a disfrutar!