Berenjena rellena de salmón y granada

Preparamos los ingredientes. Precalentamos el horno, arriba y abajo a 230ºC. Cortamos en taquitos la cebolla dulce y picamos el ajo. Preparamos la cantidad de granada que queremos en un cuenquito (en mi caso he utilizado media granada). Al mismo tiempo preparamos la berenjena. Cortamos a la mitad la berenjena y por su cara interna hacemos cortes verticales y horizontales y lo sazonamos con una pizca de sal. Seguidamente, se ponen boca abajo sobre papel de cocina unos 10-15 min. ¿Y esto? Pues para eliminar el amargor que a veces traen las berenjenas. Este paso es opcional, y consejito de la abuela, nunca falla.

Pasados los 10-15 minutos dejando sudar las berenjenas en el papel de cocina, si el horno ya ha llegado a la temperatura, se meten las berenjenas boca arriba y se asan durante 30-40 minutos.

Con las berenjenas en el horno, se hace el sofrito. Se ponen entre dos y tres cucharadas de AOVE + media cucharadita de sal en la sartén y se echa el ajo y la cebolla dulce a fuego medio-bajo, para evitar que se quemen y se pochen.

Una vez pochada la cebolla dulce, se retira. En la misma sartén se hace el salmón. Cuando esté casi hecho, se va limpiando de espinas o piel (hay quienes no retiran la piel, yo sí). Y se empieza a trocear, desmigar con ayuda de dos espátulas de madera por ejemplo (para no rayar la sartén). Se agrega la cebolla pochada de nuevo a la sartén.

Volvemos a un fuego bajo para evitar que se agarre a la sartén nuestra mezcla y se añade la granada.

Una vez tengamos las berenjenas asadas, se vacían. Y su ‘pulpa’ se echa a la sartén. Mezclamos todos los ingredientes bien.

Por último, se rellenan ambas mitades de las berenjenas con nuestra mezcla. Y, si se quiere, se puede rallar queso Granna Padano por encima. Que aproveche 😋