Revuelto de calabacín, cebolla y huevo.

Cortamos el calabacín a rodajas muy muy finas para que no tarden en hacerse y se poche más rápido, no nos interesa que el calabacín quede crujiente, sino muy blando.

Sofreímos el calabacín con 2 o 3 cucharadas de oliva y lo tapamos. Lo vamos removiendo de vez en cuando.

Cuando ya esté hecho lo retiramos y hacemos lo mismo con la cebolla partida en juliana finita o a taquitos.

Echamos de nuevo el calabacín y los 4 huevos y a remover hasta que se quede revuelto. En este paso debemos echar sal al gusto al huevo.