Tortilla de patata superrat rumana

Ponemos en una sartén mediana una buena cantidad de AOVE a calentar, fuego medio.

Cortamos la cebolla en cuadrados pequeños y la ponemos a pochar cuando el aceite esté caliente. Cuando esté algo doradita, le echamos un poquito de sal para que termine de pocharse.

Cortamos las patatas en dados pequeños y una vez esté pochads la cebolla, echamos las patatas; es importante que la cebolla esté pochada para darle el toque dulce a la tortilla y potenciar su sabor.

Mientras se cocinan las patatas, batimos en un recipiente hondo más o menos unos 5-6 huevos, dependiendo de la cantidad de patatas. Le echamos una pizca de sal y aprovechamos para añadirle un poquito de sal también a las patatas ya calientes, no demesiada, y las movemos.

Una vez doradas y blandas las patatas, cortamos el fuego y vamos echándolas en el huevo escurriendo al máximo el aceite. Después, movemos las patatas y la cebolla para que quede una mezcla homogénea con el huevo.

Retiramos el aceite de la sartén, eliminamos los restos y la ponemos de nuevo a calentar con un poquitín de aceite del que hemos usado para freír la cebolla y las patatas. Echamos la mezcla cuando esté caliente y la dejamos cuajar a fuego medio.

El último y decisivo paso es la vuelta de la tortilla: para ello debemos utilizar un plato dos cm más ancho del perímetro de la sartén, volcamos rápidamente y dejamos la sartén al fuego, esperamos unos segundos y ponemos de nuevo la mezcla por el lado aún sin cuajar. Subimos un poquito el fuego para que se haga antes la parte de fuera y quedé jugoso el interior, pero no crudo. Para finalizar, sacamos la tortilla y esperamos un tiempo a que pierda calor, consiguiendo así que se intensifique el sabor de los ingredientes.