Berenjenas rellenas con bechamel de avena

Primero, corta una berenjena grande por la mitad (como en forma de barca) y vacía las dos mitades, para quitar toda la carne de la berenjena. NOTA: Ten cuidado a no repelarla demasiado y que solamente quede la piel. Interesa que tenga 1 o 2 cms de grosor.

Pon las mitades de la berenjena en una sartén con un poco de AOVE y sal, y tápalas para que se vayan cociendo, saquen su propia agua y queden blandas. NOTA: Dales la vuelta para que se cuezan por el otro lado.

De mientras, corta la carne de la berenjena a trocitos de unos 2,5 cms más o menos y cuécelas en una sartén con un poco de AOVE y sal. Tápalo también.

Añade los champiñones laminados (yo los he cortado por la mitad para que no sean tan grandes) y la carne picada.

En otra sartén, pon una cucharadita pequeña de AOVE y, cuando esté caliente, pon la harina de avena, dejándola dorarse un minutillo. Añade la bebida de avena y un poco de sal y remuévelo todo. No dejes de remover o se formarán grumos. NOTA: Las cantidades de harina y leche son bastante a ojo, dependiendo de la cantidad de bechamel que se quiera hacer.

Añade la bechamel a la mezcla (berenjena, champiñones y carne). Mezcla bien para que todos los ingredientes se amalgamen.

Retira las barcas del fuego cuando estén blandas. Rellénalas con la mezcla y pon un poco de queso rallado por encima (al gusto).

Ponlas a gratinar a 200 grados hasta que veas que el queso está fundido (no uso tiempo) y ¡listo para disfrutar!