Croquetas de calabacín y cebolla

Rallamos el calabacín y la cebolla

Preparamos una cazuela con 40g de AOVE calentando, y añadimos la cebolla y el calabacín (y sal al gusto). Dejamos que se doren las verduras.

Añadimos la harina y dejamos que se cueza la mezcla.

Calentamos la leche, cuando esté caliente la añadimos a las verduras. Removemos bien hasta que la masa quede unificada, entonces añadimos poco a poco el queso, al gusto, y seguimos removiendo hasta que al removerla veamos el fondo de la cazuela.

Ponemos la masa en una manga pastelera cerrada o la ponemos en otro recipiente y la tapamos sin que quede en contacto con mucho aire, para que no se seque. Y la dejamos reposar hasta que esté fría.

Una vez esté fría la masa formamos las croquetas, podemos hacerlo con la manga pastelera o con las manos como tradicionalmente. Después de formar la croqueta la pasamos por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado.

Freírlas en AOVE. Mejor con el menor aceite posible, en una sartén bien caliente. Al sacarlas las dejaremos sobre papel absorbente. Como alternativa si no queréis usar tanto aceite podéis hacerlas al horno.