Crema de verduras vegana

Lavar y pelar (o no) la verdura. A mí depende de cuál me gusta más con piel (calabacín, champiñones...).

Trocear la verdura hasta el tamaño deseado teniendo en cuenta los posibles tiempos de cocción (luego, dará igual si es grande) y rehogar con un poco de aceite en la olla en que las vayamos a hervir.

Añadir algua o caldo. Yo uso caldo y agua a partes iguales. El caldo me aporta la sal y fondo, ya que no me he preocupado de añadir otros vegetales para conseguir esa profundidad. Soy una chica cómoda, la verdad. (Recomendación: gallina blanca o hacendado; ¿alguien ha probado el Aneto?)

Cuando, al pincharla, la verdura sea fácilmente atravesable con el tenedor, retiramos del fuego. Llegados a este punto hay dos formas: batir directamente el contenido en la olla, con el riesgo de que quede muy líquida.// Apartar poco a poco los ingredientes e ir batiendo y añadiendo caldo y garbanzos para espesar o diluir en un recipiente aparte.

Una vez batido y conseguido la textura deseada (si no se consigue, intentad pasarlo por un colador chino), es hora de echarle imaginación al servirla, creando contrastes en color, forma, tamaños, texturas y cocciones.

Mis "toppings" favoritos: Veganos: pistachos, semillas de lino o amapola, el tallo verde de las cebollas tiernas MUY FINO, zanahoria cruda rallada, cuscurros de pan tostado, edamames, pepino en cuadraditos...

Y direis: ¿NO LE PONES PHILADELPHIA O QUESITO? Nono. Es vegana. Conseguiremos ese punto cremoso y suave haciendo una buena cobinacion de aceite y garbanzos. ¡¡Os animo a probarlo y, si os gusta, contadme!!