Pizza de base de espinacas con mozarella y pesto

Para la base de espinacas (es muy parecida a la de Futurlife): Antes de nada ponemos el horno a precalentar por arriba y abajo a 180°C. En el vaso de batir ponemos las espinacas (si son frescas mejor), el queso fresco (de cabra queda más sabroso), el huevo, la sal y la pimienta al gusto. Batimos a velocidad máxima.

Cuando esté batido extendemos sobre la bandeja (mejor rejilla) del horno un papel vegetal. Engrasamos ligeramente el papel con aove y echamos nuestra masa en el centro con cuidado, que vaya formando un círculo espeso. Una vez esté toda en el centro, comenzamos a extenderla con forma de círculo o la que queramos, con la ayuda de una lengua de cocina o una cuchara.

Cuando la tengamos extendida (si la dejamos finita, mejor) comprobamos que no quedan huecos y la metemos al horno, en la parte medio-inferior, sin ventilador. Dejamos 15 min. Si vemos que antes de ese tiempo los bordes se ponen demasiado oscuros, la sacamos antes.

Mientras tanto, hacemos el pesto: En un mortero, machacamos medio diente de ajo (o al gusto), las almendras (crudas) y la albahaca (fresca). Cuando forme una especie de engrudo, añadimos el aove y un par de cucharadas de agua. Movemos con energía para que ligue la salsa. Echamos el parmesano rallado y removemos otra vez hasta que esté todo ligado.

Volviendo a la masa: La sacamos del horno y, con cuidado, la damos la vuelta y comenzamos a poner los ingredientes.

De base ponemos el tomate frito casero (o comprado buen procesado) y lo extendemos por toda la base. Después añadimos la mozarella cortada en lonchas y las rodajas de tomate natural. Por encima echamos la salsa pesto al gusto. Metemos al horno otros 5-7 minutos más hasta que se doren los ingredientes. ¡Y a disfrutar! 🤤