Pisto de calabacín

Se pican todos los ingredientes. El tamaño depende del gusto de cada uno.

En una sartén o cazuela ponemos un buen chorro de AOVE a calentar a fuego medio.

Primero añadimos la cebolla y el ajo, añadimos un poquito de sal y rehogamos hasta que la cebolla empiece a ponerse trasparente.

Después añadimos los dos tipos de pimiento y los rehogamos, hasta que empiecen a ponerse blanditos.

Después añadimos el calabacín y le damos unas vueltas y , finalmente, añadimos el tomate. En este punto bajamos un poco el fuego y dejamos que el tomate suelte todo el agua y se reduzca. Probamos de sal y rectificamos. Añadimos la cucharadita de bicarbonato, para contrarrestar la acidez del tomate.

Una vez que el tomate se haya reducido y toda la verdura esté blandita está listo para comer.

Es un plato estupendo para preparar con antelación. Se puede tomar solo, como acompañamiento, en tostas, empanadas, etc.

A disfrutar!!!