Pollo Crockpot

Preparamos las patatas: Si os gustan los cachelos podéis comprar patata Kennebec de Galicia y dejarla con la piel lavada para posteriormente cortarlas en rodajas gordas y ponerlas en el fondo de la crockpot. Si optais por otra variedad le quitáis la piel y hacéis el mismo procedimiento.

Yo en esta ocasión he usado un pollo de corral certificado con sello calidade. En la cavidad del pollo: Exprimimos un limón pequeño, ponemos los 5 dientes de ajo enteros, el tomillo, un poco de pimentón, un buen puñado de sal y el caldo de pollo hasta mitad de la cavidad aproximadamente.

Llevamos el pollo a la crockpot, lo acomodamos encima de las patatas y lo untamos bien de sal, pimentón dulce (no os paséis, simplemente que coja el tono rojizo) y romero.

Lo dejamos 4 horas a temperatura alta, es importante no abrir la tapa en ningún momento ya que estas ollas son para trabajar cerradas manteniendo la temperatura. Cuando queden 10 minutos podemos precalentar el horno a 200°C y pasar el cuenco de la crockpot al horno para conseguir ese toque dorado perfecto. El resultado es una carne que se despega del hueso, con mucho sabor y sobre todo sencilla de hacer.